“El perro es el mejor amigo del hombre” es un memorable adagio fuertemente arraigado en la cultura popular de todo el mundo durante los últimos 140 años, pero del que pocas personas conocen su origen. La célebre frase la pronunció el Abogado estadounidense George Graham Vest en 1870, en un juicio por el asesinato de un perro de caza. El dueño del animal lo contrató para representarlo y lograr mediante litigio una indemnización de 150 dólares por parte de su vecino Leónidas Hornsby, de quien se supo había sido el perpetrador sin un motivo aparente y ni siquiera en defensa propia. Graham Vest no ofreció ningún testimonio a los jurados, en cambio hizo un discurso que pasó a la historia como El elogio al perro; en él se mencionó: “El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su PERRO”. El perro es un animal doméstico que se caracteriza por profesar a sus amos gran fidelidad y profunda nobleza, de ahí el gusto de las personas en tenerlo como compañero; pero esa afinidad con el hombre se dio miles de años atrás por diferentes actividades, como explicó el Adiestrador Canino Alonso Cañas: “El perro lleva con el hombre más o menos 16.000 años, en que las actividades que nos unieron fueron la caza, el cuidado de la propiedad, el cuidado de las personas miembros de una familia; o sea, la forma de comportamiento del perro es muy como la del hombre en todas sus manifestaciones, además que compartimos el hecho de que somos mamíferos; entonces eso es lo que hace que nos hayamos unido”. Yaunque tanto el perro como el hombre son seres vivos, el maltrato de la gente para con los canes es un problema frecuente que demuestra el poco respeto hacia la naturaleza. 
Libia Luz Díez es una Ingeniera Química que reside en Envigado y que dedica el tiempo en que no labora en recoger perros abandonados o heridos, para llevarlos a su finca en Rionegro donde les proporciona la alimentación y los cuidados necesarios mientras los entrega en adopción; para lo cual invierte su sueldo, pues es una labor sin ánimo de lucro en la que no ha recibido apoyo de ningún tipo. Pero ahora, para dar un animal ella debe tener la certeza de que va a estar bien; así, aclaró: “Sí, les doy posibilidad a la gente de adoptar; lo que pasa es que la gente pide animales y los llevan bien teniditos, gorditos, y después a los dos o tres meses llegan con ellos y dicen que no, que es que no los pudo tener, 'que es que mi mamá ya no me lo deja tener', 'que es que se volvió muy grosero'; entonces lo devuelven ya sin pelo, desnutrido, acabado, y un perrito que ya nadie va a adoptar; entonces ya se tiene uno que quedar con él. Para entregar un perro en adopción, sólo única y exclusivamente a personas que sean muy conocidas y que sepa que con seguridad, si van a salir de él, es con un motivo de fuerza mayor, nunca porque se aburrieron con él”.
Cuando una persona decide tener la compañía de un perro como mascota dentro de la ciudad, debe saber que este animal no está adaptado aún para poder entender la cantidad de símbolos y de signos que hay en el entorno urbano, y como todos los seres vivos tiene unas necesidades que se deben suplir y el amo es quien debe hacerlo. Alonso Cañas concluyó: “Mi labor en ese aspecto es sugerir a las personas antes de comprar el perro para decirles qué raza puede comprar y si están en condiciones o no de tener un perro; porque un perro necesita cuidado, tanto cuidado como un niño, y sobre todo en la primera etapa: en la primera etapa donde lo vas a formar, donde lo vas a educar. Un perro adulto ya no da nada qué hacer; un perro adulto antes te ayuda”.
