Buscar este blog

Dear Reader...

¡Welcome to your BLOG!

29 ago 2010

Hittler: un ente de carne y hueso

Trailer en castellano de LA CAÍDA. Película estrenada en 2004 y dirigida por Oliver Hirschbiegel. 

“La Caída llega a todo el mundo despertando polémicas. La crítica más frecuente reitera que la película convierte a Hitler en un ente de carne y hueso”; afirmó Marcelo Griess en una reseña de la película publicada Internet. Y es que tal afirmación resulta bastante acertada, pues llevar al público el rostro humano de quien haya sido considerado “El Mayor Criminal Del Siglo XX”, desvía la atención frente al propósito central del filme: ofrecer al espectador una versión distinta de los hechos; darle la versión de los verdugos. ¿Entonces por qué tanto escándalo? Más bien debería hacer reflexionar. El testimonio de una persona que acompañó al Führer durante sus últimos días en el búnker, debe servir como esa otra mirada, necesaria a todo periodista en su quehacer diario.

Pero su validez no sólo radica en el valor intrínseco del relato ofrecido por la secretaria personal del Führer; son todas aquellas expresiones de mando del líder nazi, las que en realidad le otorgan al filme su carácter de documento clave para comprender el contexto de la Alemania del III Reich, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Así, frases como las que se presentan a continuación dichas por el actor Bruno Ganz en diferentes momentos de La Caída, contribuyen a reiterar la opinión del público entorno a la figura de Hitler, pero además reflejan su política de gobierno y estrategia de guerra

“El que desobedezca las órdenes del Führer será arrestado y fusilado de inmediato”

“La vida no perdona las debilidades”

“Los traidores no merecen compasión ni piedad”

Sin embargo, a pesar de la crítica constante e implacable a la que la película se ha visto sometida por parte de los espectadores, la industria cinematográfica, los analistas geopolíticos y hasta la intelectualidad más liberal, por aducir supuestamente a una visión demasiado humana del líder que para estos “era en realidad era un paranoico con instintos asesinos”, es innegable que muchos han visto ese simple ente de carne y hueso que era Hitler; él, asaltado por la nostalgia de mejores épocas y quizás por el arrepentimiento, dijo con voz pausada, pareciendo intimidado, esta última expresión a su mujer al entregarle la cápsula de cianuro: “siento mucho no hacerte un obsequio mejor”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario