Internet es… ¿peligroso? ¿seguro?

Informe del programa "Acceso Máximo" sobre la Informática Forense.

El creciente desarrollo de Internet ha traído consigo enormes beneficios para las sociedades actuales como la comunicación a distancia, la conformación de redes sociales y comunidades virtuales, y la variedad de contenido, entre otros, que sin lugar a dudas facilitan el progreso. Pero al ser una red global los usuarios de Internet son diversos así como diversas son sus intenciones cuando acceden a ella.

Se denomina cracker a cualquier persona que mediante el uso de Internet viola la seguridad de un sistema informático con el ánimo de obtener beneficio personal o para hacer daño a otros; así es posible hablar entonces de delito informático como aquella conducta ilícita ejecutada por el uso indebido de un ordenador. Entre las infracciones más frecuentes se encuentran el acoso, la calumnia, el chantaje, el espionaje, el fraude, las falsas ofertas de empleo, la estafa, las falsas subastas, la venta ilegal y la pornografía infantil.

Con el objetivo de investigar la evidencia digital ligada a crímenes informáticos o de cualquier tipo que se encuentra almacenada en dispositivos digitales o computadores de la cual hay rastro en éstos, surgió la informática forense como disciplina policial. En Colombia esta rama de la criminalística comenzó a incursionar en 2004 cuando la Policía Nacional decidió incluirla dentro de sus áreas como ciencia que apoya las investigaciones criminales, y que actualmente se encuentra adscrita a la Dirección de Investigación Criminal conformando allí todo un gabinete.

Pero prevenir los delitos de este tipo sí es posible. Los usuarios frecuentes de Internet tienen a la mano elementos de seguridad que las mismas páginas a las que acceden les brindan con los contratos que se presentan al momento del registro, como las claves o contraseñas, la autenticación de los datos, la confidencialidad y la autorización, con lo los cuales pueden evitarse peligros potenciales como los spam o e-mails no solicitados, los virus y los phising (sitios web que suplantan otros verdaderamente legítimos).

Los protocolos de Internet están diseñados para identificar el origen o procedencia de los mensajes; así un delito informático no puede quedar impune.